jueves, 20 de junio de 2013

Junto a compañer@s vamos aprendiendo...

Junto a compañer@s vamos aprendiendo...
... que cuando nos metemos en territorios nuevos, dentro de nosotros, nuevos a la conciencia, territorios que siempre estuvieron ahí, y vamos iluminando y descubriendo mundos, dimensiones imposibles, nos sorprendemos con eso que se brinda, que está, que existe, en todos. 

Que simplemente entregamos lo que somos, que lo que tenemos y convidamos es este pan para el compañero que de momento nos abraza y ahí nos encontramos. Ahí nos venimos encontrando, en ese territorio que con nuestras pequeñas luces vamos iluminando. Ahí encontramos nuestras miradas y nos quisimos, ahí encontramos nuestras manos y las tomamos para dar estos pasos que hoy nos juntan, como las manos de tantas y tantos otros compañeros. 
No hay fantasía en la emoción que sentimos al recibirnos, en la alegría con que convidamos lo que somos. Una emoción que sabe que esas manos que hoy se nos tienden mañana quizá no estén, y ahí estarán sus miradas en nosotros. Porque si, porque nos encontramos en los otros y los queremos, y queriéndolos nos enseñan a querernos, y a amar la vasta vida que somos. 
Y la vida es vida y generosa, la generosidad no se agradece entonces. Cómo agradecer al sol, simplemente se es parte del sol. Cómo agradecer el amor, será que ahí se milagrea amando o se teme. Y no hay temor entonces. 
Estamos para acompañar, dándonos ánimo en la debilidad de haber estado tanto tiempo separados. Porque no nos han enseñado a ser uno. Y ahí estará el querer a estos amorosos compañeros, por eso hablar de compromisos es como hablar de obligación, y el compromiso que nos lleva a que esto crezca no será más que el reflejo vital de este amor que explota simplemente porque vive. 
Si, nos enamoramos en pleno vuelo, y nos alegramos, con estos convites se van poquito a poco acostumbrando las emociones a la alegría de los latidos que se desbocan al sentirnos. Procuramos encontrarnos y no sabemos si algo de esto hubiera sido evitable. Sólo sabemos que si hubiera habido algún temor fue de no encontrarnos. Pero nos buscamos en el amor y acá estamos, aprendiendo, sintiendo que nos amamos, que si hay alguna fantasía se nos dibuja como el momento de ir levantando abrigos de barro juntos, imaginar nuestra sonrisa latiendo en los pechos, y saber que sí, que estamos cambiando el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario